Hace unos días vimos al dueño de Facebook pedir perdón a padres de niños y adolescentes muertos a causa de las redes sociales.
¿Pero porqué hemos llegado a esto? ¿Por qué el senado de los estados unidos obliga a X, facebook y tiktok a rendir cuentas? ¿Por qué los niños mueren a causa de las redes sociales?
Lo cierto es que las señales están ahí.
El creador del Feed infinito, o scroll infinito, es Aza Raskin, un ingeniero y diseñador de interfaces de usuario que trabajó para Mozilla y Firefox12. Se arrepintió de su invento porque considera que es una forma de generar adicción en los usuarios de las redes sociales, al no darles tiempo de procesar la información que ven y mantenerlos enganchados a una búsqueda constante de contenido. Comparó el scroll infinito con la cocaína conductual, y dijo que detrás de cada pantalla hay miles de ingenieros que trabajan para hacerlo lo más adictivo posible. Además, criticó el modelo de negocio de las empresas tecnológicas que se basa en captar la atención y monetizar los datos de los usuarios.
El scroll infinito es un común denominador en las redes sociales y lo usan porque les funciona para mantener a los usuarios consumiendo contenido y publicidad, que es de lo que se mantiene.
Otros ejemplos: La ciudad de San Francisco presentó una demanda contra Meta (antes Facebook) por violar la ley de protección al consumidor de California, al engañar a los usuarios sobre los riesgos de usar Instagram para menores de 13 años.
Ciudades que demandaron algunas redes sociales:
La ciudad de Chicago demandó a TikTok por recopilar y compartir datos personales de menores de edad sin su consentimiento, en violación de la ley de privacidad online de los niños.
La ciudad de Nueva York demandó a Snap Inc (dueña de Snapchat) por facilitar el acoso, el abuso y la explotación sexual de menores a través de su aplicación, al no implementar medidas de seguridad adecuadas.
El problema de las redes sociales para todos: es la exposición. Conocemos de casos en los que a los adultos puede costarles mucho el rechazo, el ataque o el acoso que pueden sufrir. Esto en los niños y adolescentes es un golpe más contundente. El acoso cibernético, el doxing, el grooming, el sexting, la adicción, la baja autoestima y la depresión pueden terminar con la vida de nuestros hijos.
Mark Zuckerberg, el director ejecutivo de Meta (antes Facebook), pidió perdón a los padres de víctimas de abuso infantil en redes sociales durante una audiencia en el Senado de Estados Unidos el 31 de enero de 2024. La audiencia se realizó para analizar las acciones que las empresas de redes sociales están tomando para proteger a los niños y adolescentes de los riesgos que sus productos representan para su salud mental, su seguridad y su privacidad.
Zuckerberg se disculpó después de que el senador republicano Josh Hawley le pidiera que se dirigiera a las familias que sostenían fotografías de sus hijos que habían sido perjudicados por las redes sociales, algunos de los cuales se habían quitado la vida tras ser extorsionados o acosados por depredadores sexuales.
Zuckerberg se levantó, se dio la vuelta y dijo:
“Lamento todo lo que han pasado. Nadie debería pasar por las cosas que sus familias han sufrido y es por eso que invertimos tanto y vamos a continuar haciendo esfuerzos en toda la industria para asegurarnos de que nadie tenga que pasar por las cosas que sus familias han tenido que sufrir”
Sin embargo, su disculpa no fue suficiente para algunos activistas y legisladores, que le pidieron que compensara a las familias afectadas y que se apartara del camino de la regulación nacional. También le criticaron por restar importancia a la relación entre las redes sociales y los daños a la salud mental, y por basar su modelo de negocio en captar la atención y monetizar los datos de los usuarios.
Esta fue una de las audiencias más tensas y polémicas que ha enfrentado Zuckerberg, quien también ha sido cuestionado por otros temas como la desinformación, el odio, la privacidad y la competencia. Junto a él, también testificaron los directores ejecutivos de Snap, X (antes Twitter), Discord y TikTok, quienes también tuvieron que responder por el impacto de sus plataformas en los jóvenes.
Pero ¿por qué son adictivas las redes sociales?
Las redes sociales son adictivas porque activan los circuitos de recompensa del cerebro, que nos hacen sentir placer y motivación al recibir atención, interacción y validación de otras personas. Además, las redes sociales usan técnicas como el refuerzo intermitente, que consiste en ofrecer recompensas impredecibles y aleatorias, como los “likes”, los comentarios o las notificaciones, que nos hacen querer seguir revisando las redes para ver si recibimos alguna. Estas técnicas se parecen a las que usan las máquinas tragamonedas o las drogas, que también generan adicción.
Los niños y jóvenes son especialmente vulnerables a los efectos negativos de las redes sociales porque se encuentran en una etapa de desarrollo físico, mental, emocional y social. Su cerebro aún está en formación y es más sensible a los estímulos externos. En cuanto a su personalidad aún está en construcción y es más susceptible a la influencia de los demás. Su autoestima aún está en desarrollo y es más dependiente de la aprobación social. Su identidad aún está en búsqueda y es más propensa a la confusión y al conflicto.
Además, los niños y jóvenes enfrentan múltiples desafíos y presiones en su entorno, como la pobreza, la desigualdad, la violencia, el racismo, la discriminación, el cambio climático, la educación, el empleo, la salud y la sexualidad. Estos factores pueden generar estrés, ansiedad, depresión, frustración, ira, miedo, soledad, aislamiento y desesperanza.
La adicción está comenzando desde muy pequeños. Ahora podemos ver a niños de 2 años con su tableta propia o con el teléfono de los padres. Estos para entretenerlo le ponen videos de canciones y caricaturas en Youtube. Ojo, Youtube es una red social. ¿Esto puede parecer normal e inofensivo, verdad?
El problema viene cuando termina cada video.
Cuando no existía internet, teníamos que esperar 8 días para poder ver el próximo episodio de nuestro programa favorito. Eso nos enseñó a manejar un pequeño duelo y a manejar la tolerancia, la frustración. Pero ahora no hay necesidad de esperar. El niño puede si lo desea, adelantar al siguiente video si el que está viendo le parece aburrido. Al terminar, puede continuar viendo o repetirlo cuanto tiempo quiera. Y eso que nosotros aprendimos de niños, no lo está aprendiendo nuestro hijo.
El psicólogo y profesor Alfredo Oliva de la Facultad de Psicología de Sevilla es experto en el tema y en entrevista con el diario ABC comentó lo siguiente:
Daños irreversibles al cerebro:
La adicción a las redes sociales y los videojuegos provoca daños irreversibles en el cerebro del adolescente, los mismos daños que provoca una adicción a las drogas. Estos daños afectan a la estructura y el funcionamiento de áreas cerebrales relacionadas con el autocontrol, la toma de decisiones, la memoria, el aprendizaje, la atención, la emoción y la motivación. Algunos de estos daños son la reducción del tamaño de la corteza prefrontal, la alteración de los niveles de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, y la disminución de la conectividad neuronal.
Estos daños suceden porque las redes sociales y los videojuegos activan los circuitos de recompensa del cerebro, que nos hacen sentir placer y motivación al recibir atención, interacción y validación de otras personas, o al superar retos y obtener recompensas virtuales. Sin embargo, cuando el uso de estas tecnologías se vuelve excesivo, compulsivo y descontrolado, se produce una sobreestimulación de estos circuitos, que genera una tolerancia y una dependencia, y que altera el equilibrio y el funcionamiento normal del cerebro.
Alteraciones de salud como:
Problemas de salud mental: como ansiedad, depresión, aislamiento, baja autoestima, agresividad, irritabilidad, insomnio, pesadillas, alucinaciones, etc.
Física: como obesidad, sedentarismo, falta de higiene, dolores de cabeza, de espalda, de ojos, etc
Problemas de rendimiento académico, como bajo nivel de atención, concentración, memoria, comprensión, expresión, creatividad, etc.
Problemas de conducta: como desobediencia, rebeldía, mentiras, robos, violencia, consumo de drogas, etc.
Socialización: como dificultad para establecer y mantener relaciones reales, empáticas y respetuosas, aislamiento de la familia y los amigos, exposición a riesgos como el ciberacoso, el grooming, el sexting, el doxing, etc
Añade el doctor, que también los adultos pueden sufrir daños similares a los de los niños y los adolescentes, aunque quizás de forma menos intensa o evidente, ya que su cerebro está más maduro y consolidado. Sin embargo, los adultos también pueden experimentar problemas de salud mental, física, laboral, familiar y social por el uso abusivo de las redes sociales y los videojuegos.
Y ¿entonces? ¿A qué edades se recomienda usar videojuegos o redes sociales?
El doctor Oliva no da una edad específica para recomendar el uso de los videojuegos o las redes sociales, sino que sugiere que depende de la madurez y la responsabilidad de cada persona, así como de la supervisión y la orientación de los adultos. Sin embargo, otros expertos han propuesto.
Algunas pautas generales para regular el uso de estas tecnologías según la edad, como por ejemplo:
Antes de los 2 años: se desaconseja el uso de cualquier tipo de pantalla, ya que puede interferir con el desarrollo sensorial, motor, cognitivo y emocional del niño.
Entre los 2 y los 5 años: se recomienda limitar el uso de las pantallas a una hora al día, y elegir contenidos educativos, lúdicos y adecuados a la edad, siempre con la presencia y la participación de un adulto.
Entre los 6 y los 9 años: se recomienda establecer horarios y normas para el uso de las pantallas, y fomentar otras actividades como el juego, el deporte, la lectura, etc. Se aconseja evitar el uso de redes sociales, ya que los niños aún no tienen la capacidad crítica ni la madurez emocional para gestionarlas.
Entre los 10 y los 12 años: se recomienda mantener el control y la comunicación con los niños sobre el uso de las pantallas, y enseñarles a usarlas de forma segura, responsable y respetuosa. Se puede permitir el uso de redes sociales, siempre que se cumplan las condiciones legales y éticas, y se supervise el tipo y la cantidad de información que se comparte.
Entre los 13 y los 18 años: se recomienda respetar la intimidad y la autonomía de los adolescentes, pero también estar atentos y dialogar con ellos sobre el uso de las pantallas, y ayudarles a resolver cualquier problema o conflicto que puedan tener. Se debe promover el uso positivo y creativo de las redes sociales, y evitar que se conviertan en una fuente de adicción, dependencia o sufrimiento.
¿y que dicen las leyes de uso de redes sociales en menores de edad?
Las leyes de uso de redes sociales en menores de edad varían según el país y la plataforma. En general, se establece una edad mínima para crear una cuenta de red social, que suele oscilar entre los 13 y los 16 años, y se requiere el consentimiento de los padres o tutores legales para el tratamiento de los datos personales de los menores. Además, se reconoce el derecho de los menores a acceder a las tecnologías de la información y comunicación, siempre que se respete su interés superior y se les proteja de los riesgos y amenazas que puedan encontrar en la web.
Lo cierto es que los chicos de ahora lo tienen todo a su alcance y sin restricciones. Cualquiera puede poner una edad falsa o darle en la casilla de Soy mayor de 18 años y no hay ningún impedimento para crear una cuenta o dos o tres desde donde el joven visite contenido duro sobre temas que no son adecuados a su edad. Internet es un mundo oscuro. Es peor que el barrio más peligroso de tu ciudad. No dejemos a nuestros hijos solos en ese lugar tan peligroso.
Internet no es un lugar seguro.
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